La rubia más linda de la tele tiene todo lo que quiere y un poco más. Nació en Flores, pero antes de cumplir un año la familia se mudó a Monte Grande. Su mejor amigo era el vecino de al lado. Rompían el alambrado y pasaban de una casa a otra para jugar. La distracción preferida del dúo era actuar: el quincho de la casa se convertía en un estudio de TV. Cuando tenía ocho se mudaron a Pompeya y, poco después, a Villa Lugano. Esas calles fueron testigo de su fugaz paso por las carreras de Abogacía y Publicidad. Hasta que no pudo engañarse más: lo suyo era la actuación. El primer reality de modelos de la Argentina, Súper M, le abrió las puertas. Su autodeterminación la llevó a debutar en Rebelde Way. De allí desembarcó en No hay dos sin tres donde, interpretando a Felicitas en el sketch de Ricos y mocosos, encontró fama y amor junto a Pablo Granados. Y no paró: saltó del protagónico de la novela Juanita, la soltera, a su actual participación en Son de Fierro (21.30 hs.) y se prepara para su debut en Bailando por un sueño 4 (que está a punto de comenzar). Además, incursionó en cine, en la aún no estrenada Stephanie. En lo personal, cambió el barrio de Lugano por Palermo. Y en el terreno del amor, blanqueó su romance con el actor cómico. Pero, la chica que no sueña con casarse de blanco, quiere preservar su intimidad. Y en eso es tan determinada como en su carrera.
-Cumpliste 25 años, ¿conseguiste lo que habías soñado que ibas a tener a esa edad?
-Algunos de los sueños sí, pero nunca dejo de soñar. Me encanta tener siempre más objetivos. Si no, se cumplen y ¿qué hago?: ya está. Sería terrible.
-¿Es verdad que tu mamá fue la que te forzó a anotarte en Súper M?
-Sí, porque yo estaba sin hacer nada en mi casa. Ella me tiraba todos los días el diario para que buscara trabajo. Un día se cansó y me dijo: “Hay un concurso, ¿por qué no vas?, ya que no estás haciendo nada”. No quería, pero fui con cero expectativas. Nunca soñé con ser modelo. No me interesaba. ¡Y quedé!
-¿Y qué querías ser?
-Actriz. De hecho, en un momento estaba modelando y me pregunté: “¿Qué estoy haciendo acá?”. No me gustaba. Así que les dije: “Llámenme cuando haya un casting para la tele, para el teatro, para lo que sea, si no, no”. Pasaron un par de meses y nada. Pensé: “Perdí el laburo”. Entonces llegó el casting de Cris Morena y empecé en la tele.
-¿Y teatro desde cuándo estudiabas?
-Desde el colegio. Después de 5° año quise continuar y mi vieja me dijo: “No te pago teatro particular si no seguís una carrera seria como Derecho o Medicina”. Lo pensé muy por arriba y fue Derecho. Lo odié. Cursé un año y medio, me pasé a la noche porque parecía que era más fácil y después largué.
-Te pasó algo parecido a Sandy, tu personaje en Son de Fierro. ¿En qué otras cosas te parecés a ella?
-A Sandy le pasan las mismas cosas que a la mayoría. Es una chica de barrio, como yo. Porque yo sigo siéndolo y me encanta. No sé cómo será no serlo.
-¿Cuando eras chica imitabas a Andrea del Boca?
-Sí, me encantaba, aunque no era buena imitadora. Al mismo tiempo, era re masculina: jugaba a Mac Giver; no tenía mejor amiga, sino mejor amigo; jugaba con cosas que explotaban.
-Después de que apareciste en Son de Fierro con las plumas, ¿recibiste ofertas para debutar como vedette?
-No. Debe ser porque me la paso diciendo que no trabajaría de vedette. No es lo mío. Me gusta actuar. Me gusta hacer de cuenta que soy vedette, hacer de cuenta que soy bailarina, pero no soy ni una cosa ni la otra.
-No sos bailarina pero participarás en Bailando por un sueño 4. ¿No sos vos la que baila?
-Sí y no. Yo no soy bailarina, actúo de bailarina. Me siento más segura encarnando un personaje, por lo cual, hasta a los ensayos voy con pelucas (ríe) para ponerme en papel.
-¿Con qué expectativás entrás?. ¿Te ves en la final?
-Ojalá. Todavía no vi cómo baila nadie, pero sé que hay muchas chicas con chances de ganar.
-¿A quiénes te referís?
-A las tres ganadoras de los Bailando... anteriores, que son fuertes (Carmen Barbieri, Flor de la V, Carla Conte). Hay otras que no bailan, pero tienen una actitud importante. Yo voy a divertirme y a trabajar para ayudar a mi soñador, Lucas.
-¿Cuál es el sueño?
-Ayudar a un chiquito de siete años que tiene lisencefalia con Síndrome de West, una enfermedad que ataca el sistema neurológico y que le impide caminar y hablar.
-¿Cómo te afectó esa historia?
-Fue duro. Para mí es un gran esfuerzo bailar, porque en definitiva estoy laburando, pero tengo el compromiso con él.
-¿Qué ritmo te cuesta más?
-¡Me cuestan todos!, (ríe) por eso tengo que darle duro y repetir y repetir. Después le agrego actitud.
-¿Estás lista para la competencia fuerte y las peleas que fueron una constante en los ciclos anteriores?
-Competencia va a haber, pero no es mi prioridad. Tampoco voy pensando en las peleas. No quiero escándalos, no me quiero prender en ésa.
-¿Es cierto que iniciaste una demanda a Google y a Yahoo! porque cuando se escribía tu nombre en esos buscadores los primeros sitios que aparecían te vinculaban con la prostitución?
-Sí. Entrás a Internet con un nombre de una actriz o una modelo y aparecen esas páginas. Te dicen que vas a ver a Soledad Fandiño y en realidad encontrás una página que ofrece otras cosas. Yo trabajo con mi nombre. El día de mañana te proponen hacer un programa para chicos ¿y? No está bueno que usen tu nombre para vender otra cosa.
-Cuando hiciste Juanita, la soltera, la novela no tuvo el éxito que el canal esperaba de ella, ¿eso cómo te afectó a vos?
-Yo igualmente disfruté hacerla. Aprendí, la pasé muy bien, el elenco fue bárbaro. Podés hacer un producto excelente y que nadie lo mire o al revés. Como actriz no podés meterte con el tema del rating porque te enfermás, hasta pensás “tengo que cambiar esto, tengo que cambiar lo otro”. Y no, la gente no lo mira. Punto. Es así. No me preocupa.
-Una vez dijiste “No sueño con casarme de blanco”, ¿lo seguís pensando?
-Sí. Hay un montón de chicas que piensan en el vestido, la música, la iglesia. Nunca pensé en el vestido blanco. No sé por qué será. Quizás porque mis viejos son divorciados. Es un tema de terapia. También tiene que ver con la sociedad de hoy: antes la gente se casaba o era soltera, ahora todo es light. “Nos casamos, nos juntamos, estamos en pareja, seguimos de novios. Tengo un hijo pero mi marido vive en otro lado”. Aumentó el poder que uno tiene de decidir. No pienso que el único camino para estar con alguien sea casarse de blanco.
-¿Los hijos están en tus planes?
-“¡Ay, ella era una solterona! ¡No me quiero casar!, ¡no quiero tener hijos!” (ríe sin parar). Sí, claro, quiero tener hijos, tener una pareja, todo. Hasta quizás casarme, pero no en una iglesia y de blanco. Casarme en una fiesta con mis amigos, alianzas, todo, pero no de blanco. Me encanta la familia.
-¿Está en los proyectos cercanos?
-No. No. Cercanos no. ¡Cumplí 25 años! (ríe)
-¿Y tu relación con Pablo Granados cómo está?
-No voy a hablar de eso (ríe).
-¿Con él te imaginás esa familia que “te encanta”?
-¡No quiero hablar más de él!. Puedo hablar de todo, pero de esta relación no, quiero preservarla.
-Estar bien con Pablo. ¿Te haría repensar el tema que estuvimos hablando del vestido blanco?
-(Ríe) No. Lo del vestido blanco es cosa mía. (Ríe)
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Умная интересная девочка, но тааааакая худенькая, в МД она была намного лучше
Svetanka, видимо еще и моя тезка, я права? Распологайся!
